En el pasado, que un español ganase un torneo internacional en cualquier disciplina deportiva era algo excepcional y la gesta quedaba grabada en el imaginario colectivo; nombres como Manuel Santana o Pedro Carrasco ejemplifican lo que decimos. Sin embargo, el tenista Rafael Nadal ha logrado hacer algo habitual de lo antaño extraordinario y a ser considerado, aún antes de retirarse, toda una leyenda ¿Estáis de acuerdo?

Ya en el año 2001, se hablaba en los medios deportivos españoles de un deportista muy joven pero con cualidades especiales. Desde entonces, el tenista Rafael Nadal ha pulverizado los récords de victorias en tierra batida (máximo triunfador en Roland Garros con nueve títulos) y ha demostrado saber adaptarse con garantías en otras superficies, con victorias en en los diferentes torneos de Grand Slam. Y recientemente ser finalista del Open de Australia 2017, siendo derrotado en un partido histórico por Roger Federer.

Además, es importante recordar que ha sido líder del ranking de la ATP en varias etapas entre agosto de 2008 y julio de 2014, medallista en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2016, y también hay que destacar su aporte al equipo español de Copa Davis para su triunfo en las ediciones de 2004, 2008, 2009 y 2011. El alto ritmo de competición y el desgaste psicológico han hecho que, desde la lesión de rodilla que padeció en 2012 y que le hizo renunciar a los Juegos Olímpicos de Londres, haya decidido dosificar sus participaciones en los torneos más exigentes.

Pero otra faceta no tan conocida de esta estrella del deporte español, es su implicación en proyectos solidarios. El tenista Rafael Nadal mantiene una fundación con su nombre destinada a utilizar las oportunidades que brinda el deporte para ayudar a niños en riesgo de exclusión social y ha colaborado con entidades como UNICEF y en todo tipo de subastas benéficas.

Su capacidad de autosuperación y su saber estar dentro y fuera de la pista, lo convierten en un ejemplo a seguir para seguidores de este y otros deportes, así como de las futuras generaciones.