Seguro en algún momento de vuestras vidas habéis deseado establecer una relación con alguien. ¡Nada más gratificante que encontrar a un compañero con quien compartir las penas y alegrías! No obstante, algunas personas se vuelcan a ese romance recién estrenado, dejando de lado familia y amigos. Lo peor es que se trata de un comportamiento sostenido en el tiempo. Cuando no lográis equilibrar la vida de pareja con vuestros otros roles (hermana, amiga, hija, nieta) surge el problema de la dependencia, que es nefasta para las relaciones amorosas. ¿Se puede dejar de ser independiente? ¿Cómo podéis evitar convertiros en la sombra de vuestra media naranja?

Cómo ser independiente dentro de una relación

1. No dejéis de lado a los amigos

Debéis evitar cometer el error de dejar de lado a quienes han sido vuestro hombro en momentos difíciles. No es justo ni inteligente; pues ellos estarán nuevamente si las cosas salen mal. Todas las personas necesitan espacio para charlar con los colegas en privado, y esas instancias separados son también oportunidades para extrañarse y tener algo nuevo que contar.

2. Evitad llevar a la pareja a todas partes

Que no se mal entienda: no queremos decir que todo el tiempo cada uno salga de fiesta por su cuenta. Sin embargo, hay momentos para compartir en grupo, y otros para estar solas con las amigas, instancias en las cuales ellas querrán hablar de temas personales de los que vuestras parejas no tienen por qué enterarse. Lo mismo corre para ellos: ambos necesitan ese espacio. Si queréis ser independientes, debéis ser capaces de entender que tal vez vuestros amigos no quieren comunicar sus secretos con gente que recién están conociendo.

3. Tomar la iniciativa y resolver sola los problemas

Ser independiente implica que no le pidáis a vuestra pareja ayuda para cada cosa que tengáis que hacer, antes debéis tratar de resolverla vosotras mismas. Es decir, por más que él tenga coche y esté muy enamorado, no necesitáis que siempre os vaya a recoger, y no porque sea hombre significa que necesariamente deba arreglar los desperfectos domésticos. Es menester ser proactivas e intentar primero buscar una solución en lugar de recurrir al novio.

4. Compartir los gastos de la casa

Por mucho que vuestras parejas os insistan en que no os preocupéis de los gastos de la casa y que ellos pueden pagarlos, una mujer independiente no querrá que esta situación se convierta en un problema en el futuro. Aunque ganéis menos dinero, es bueno que os sintáis parte de la economía familiar, aportando con un porcentaje que ambos establezcan de común acuerdo.

5. Atreverse a ir a salir sola

Puede parecer absurdo: muchas personas no salen si no es acompañadas. Probablemente sea más divertido salir a comer o al cine con el novio o con las amigas, pero es también un buen desafío el atreverse a hacer estas cosas solas, para probar que podéis disfrutar de vuestra propia compañía en un café leyendo el periódico, sin esperar a que los demás se animen a acompañaros.

Y vosotras, ¿qué tan (in)dependiente sois de vuestras parejas?