Es común que os enamoréis de quienes son parecidos a vosotras o comparten un mismo ambiente (vale decir, vecinos o compañeros de trabajo). Lo cierto es que las formas de conocer a una pareja son de los más diversas, y en este artículo os daremos unos ejemplos para que os demostrarán que, cuando menos lo esperéis, Cupido puede lanzar su flecha y llevar .

10 historias sobre conocer al amor de tu vida

1. “Mi compañero de trabajo acabó siendo mi pareja. Aunque él no me parecía especial, al cabo del tiempo nos fuimos conociendo y vimos que teníamos muchas cosas en común. No fue un flechazo, pero hoy seguimos juntos después de cinco años”.

2. “Aunque vivía en la ciudad, solía ir a las fiestas del pueblo todos los años. En La Verbena conocí a la persona que hoy es mi pareja. Casualmente, vivía muy cerca. Al principio no tenía grandes pretensiones, pero nos fuimos escribiendo por Whatsapp y de a poco forjamos un vínculo que hoy es estable”.

3. “Un día, en la Universidad, coincidí con una persona que se sentó a mi lado y me pidió un rotulador. Empezamos a hablar y nos caímos tan bien que esa misma tarde ya salimos de bareto. Fue lo que se dice “amor a primera vista”. Al terminar la carrera, nos fuimos a vivir juntos”.

4. “Sé que parece de película, pero conocí a mi pareja en un bar tomando un café. Fui a pedirle hora y su mirada me cautivó. Además, resultó ser una persona muy agradable en el trato y cada uno salió de ahí con el número de móvil del otro”.

5. “Curiosamente, encontré pareja a partir de una reclamación que tenía que hacer relacionada con el servicio de agua. Tuve que ir a las oficinas de la empresa municipal y me encontré con una persona muy agradable que, además de entender mi situación, me ayudó a solucionar el problema. Le pedí el teléfono y estamos juntos hasta hoy”.

6. “Éramos amigos desde la adolescencia, pero nunca habíamos sentido interés el uno hacia el otro. Un día fuimos al cine y después, a cenar algo. No lo sabría describir, pero conectamos como nunca lo habíamos hecho antes y nos besamos. Poco a poco, fuimos ganando en intimidad y de ahí nació una relación que acabó en boda”.

7. “Mi actual pareja la conocí a través de unos amigos comunes que nos presentaron. Aunque a primera vista no me llamó la atención, al ir hablando sentí gran afinidad y fue algo reciproco”.

8. “Nunca había creído en las citas a ciegas, pero mis amigas me insistieron después de una ruptura, así que accedí a ir a una. A los 5 minutos, ya estaba hablando con la otra persona y una voz interior me decía ‘encontraste al amor de tu vida’ “.

9. “Tengo que reconocer que la primera vez que hablé con mi novio me caía fatal, porque me parecía un tanto chulo y arrogante. Sin embargo, la segunda vez que coincidimos pude ver que esa postura era una máscara bajo la que se encontraba un ser noble y a la vez vulnerable. Hoy vivimos juntos”.

10. “No soy de las que hablan con desconocidos en el metro, pero un día la persona que se sentaba a mi lado empezó a darme conversación y, aunque al principio sólo quise irme, ya llevo diez años hablando con él diariamente”.

Como veis, si alguna vez os habéis visto al espejo y preguntado: ‘¿dónde se encuentra el amor de tu vida?’, ya sabéis que puede estar muy cerca sin que lo halláis notado o que podéis encontrarlo en el día y lugar menos pensados.