Hay muchos mitos alrededor de las relaciones amorosas o los coqueteos en el ámbito laboral. ¿Estáis pensando en salir con compañeros de trabajo? Os daremos algunas claves para que no resultéis trasquiladas y no os afecte en lo profesional -y mucho menos en lo personal-.

No tiene por qué salir mal

Aunque este tipo de relaciones están a veces explícitamente prohibidas por las normas internas de varias empresas, lo cierto es que cerca de la mitad de los trabajadores han tenido un romance con algún compañero de oficina a lo largo de su vida laboral. Por lo tanto, no es algo en absoluto extraño y tiene que ver, entre otros muchos factores, con el hecho de ser las personas con las que pasamos mayor cantidad de horas al día -además de resultar más fácil iniciar algo con quien ya conocemos, que tener que empezar de cero a través de discotecas, amigos de amigos o aplicaciones de internet-.

Tenemos casos de relaciones de oficina que acaban en matrimonios con hijos, pero también de romances clandestinos o pasajeros que terminan con rencor mutuo.

Analizar si os traerá problemas

Ahora bien, un primer consejo que seguir es asegurarse de que la relación que vais a mantener no os va a causar problemas laborales en un futuro. Esto no va únicamente por el código interno de vuestra compañía, sino también porque, en muchos casos, éstas se dan entre personas que no tienen el mismo rol en la empresa y existe el riesgo real de que se mezcle lo personal y lo profesional con consecuencias nefastas. Así que, si no sabéis todavía si va a ser algo duradero o estáis recién empezando, lo mejor es no revelar esta situación a vuestros compañeros de trabajo. Tenéis que ser discretas y actuar con naturalidad para que éstos no lo noten, pues los chascarrillos de oficina son un clásico.

Asumir que si termina te lo seguirás encontrando

Hay algo que es obvio, pero que tenéis que recordar. Si vais a salir con compañeros de trabajo y la relación acaba mal, tendréis que haceros a la idea de que seguiréis viéndolos a diario, por lo que tenéis que decidir de antemano si esto vale la pena o no. Definitivamente no mola, y además puede interferir en vuestro desempeño profesional.

Aprender a separar lo laboral de lo personal

Finalmente, y aunque la relación vaya viento en popa, sigue siendo conveniente para vosotras que podáis separar los ámbitos personal y profesional. Por muy bien que os llevéis con vuestra pareja, es importante que mantengáis la distancia en la oficina para que no os canséis, y que sepáis también dejar los problemas laborales fuera de vuestro romance. Ya sabemos que la rutina es la principal enemiga de las relaciones, y compartir ambas situaciones puede resultar asfixiante para cualquiera si no respetáis mutuamente el espacio del otro.

Si empezáis a seguir estas pautas, podéis empezar a plantearos seriamente la idea de salir con compañeros de trabajo, habiendo sopesado previamente los pros y los contras. A fin de cuentas, se trata de ser precavidas y, por qué no, dejar que la intuición os indique lo que más os conviene.