Hoy vamos a contar la historia morbosa que una de nuestras amigas de Liruch nos ha pedido que la publiquemos.
Habíamos decidido ir a patinar sobre el hielo, yo estaba en el asiento trasero con dos de mis amigos. Desde hace mucho tiempo y con frecuencia nos divertimos haciendo cosas locas que, en general, la gente normal no hace, sobretodo nosotras las chicas nos lo pasamos en grande.
Paramos a comernos un bocadillo rápido para irnos a patinar sobre hielo. Esta vez me senté en la parte trasera del coche, justo en medio de mis dos amigos, puse cada mano sobre las piernas de mis amigos y empecé a deslizarlas sobre sus muslos.
Pronto empecé a notar como crecía su excitación, fue emocionante sentarse entre dos chicos excitados, con las manos en medio de sus piernas, podía sentir como mi vagina estaba cada vez más húmeda, ninguno decidió mover las manos y tocarla. Yo estaba apretando sus pollas con las manos, sintiendo mi coño excitado, al momento ambos sacaron sus pollas.
Eran grandes, yo las quería dentro de mí al mismo tiempo, comencé a masturbarlos de inmediato, deslizándolas en mis manos, sintiendo su carne caliente y su movimiento pélvico. Podía sentir sus respiraciones excitadas y como habrían sus piernas con el fin de hacer más fácil el movimiento de mis manos. Movía mis manos de una forma rápida y enérgica, estaba excitada y mi gatito mojado, cerraba los ojos e imagina que tenía una de esas pollas en mis piernas y la otra en mi culo.
Entre amigos por lo general esto no se hace, pero en ese momento no éramos amigos, yo me sentía como una puta, eso me excitaba más, abrí los ojos y vi como mi amiga estaba masturbando a nuestro amigo que conducía.
Fue muy emocionante vivir esta situación, sentí que ambos estaban a punto de correrse, mientras que la cabeza de mi amiga se movía rápidamente entre las piernas del conductor, haciendo de él una de esas mamadas que serán recordadas.ç
A continuación, los chicos empezaron a temblar y comenzaron a verter leche caliente y densa, no pude parar y seguí masturbándolos hasta que llegó mi placer.
Delante de mí, mi amiga ya había terminado con el conductor relamiéndose los labios.