Se define el insomnio como estado en el que una persona percibe un sueño insuficiente o insatisfactorio, en otras palabras, ocurre cuando el paciente es incapaz de sentirse despejado y descansado durante el día debido a la falta de sueño.
 
Otro grupo de trastornos del sueño son las parasomnias, las cuales se caracterizan por la presencia de un evento anormal y adverso durante el sueño. Las parasomnias se manifiestan de varias formas: sonambulismo, hablar durante el sueño, pesadillas, enuresis (micción involuntaria), bruxismo (rechinar de dientes), el síndrome de las piernas inquietas (movimientos involuntarios de las piernas de manera prolongada), etc…

El insomnio no es una enfermedad única sino que ocurre de muchas maneras diferentes, por lo que se clasifica clínicamente tomando en cuenta al menos tres parámetros: su duración, sus posibles causas y tipos. 

Duración del insomnio: Esta varía un paciente a otro y puede sufrir modificaciones en el curso de vida del paciente. Puede ser ocasional, transitorio o crónico. 

Las causas del insomnio: Se distingue en insomnio primario, cuando la persona está sana y no hay razones aparentes que justifiquen dicho insomnio y en secundario, cuando el insomnio se debe a otra enfermedad física u otros problemas psicológicos, como la depresión.

Tipo de insomnio: Aquí distinguimos el insomnio inicial, cuando la persona tiene dificultad para conciliar el sueño, el insomnio medio, caracterizado por despertares frecuentes y sostenidos durante la noche e imsonio tardío caracterizado por un despertar temprano.
¿ Cómo podemos curar del insomnio?

Durante los últimos 20 años se han desarrollado estrategias de intervención para tratarlo que son reconocidos y muy efices en la mejora de la calidad del sueño, en definitiva algunas de estas se basan en la suspensión de pastillas para dormir. 

Otro tratamiento se lleva a cabo con la  intervención cognitivo-conductual, ésta se basa únicamente en entrevistas individuales o grupales y es llevada a cabo por un experto psicólogo para tratar los trastornos del sueño. El profesional aborda estos problemas uno por uno y enseña técnicas de relajación y distracción para obtener un buen sueño. El 70-80% de las personas que siguen un programa de tratamiento cognitivo-conductual mejora significativamente la calidad del sueño.

El tratamiento cognitivo-conductual es considerado por la comunidad científica como el tratamiento no farmacológico más adecuado para el tratamiento del insomnio que no esté provocado por a una enfermedad física o problemas psicológicos de otra naturaleza, como la ansiedad y la depresión.