Buenos días chicas el tema de hoy va sobre los juegos de rol en el sexo. Hay parejas que se permiten invertir situaciones, ponerse en el lugar del otro y plantear situaciones diferentes para evitar la rutina sexual. Cambiar algunos estereotipos puede ser una forma de desinhibirse y decir lo que no pueden decir de otra forma. Porque en el sexo siempre tienes que hacer un cambio porque tu vida sexual es muy importante.

 

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¿Qué importa si él disfruta de jugar con tu ropa íntima y, a modo de fetiche, experimenta cómo le queda? Puede que lo sientas como un impacto fuerte o simplemente te diviertas tomando el  rol masculino y haciéndole lo que él te hace en la cama (de paso, es tu oportunidad de mostrarle lo que te gusta y lo que no de una forma lúdica).

Si coges el dominio, si controlas la situación, si juegan a que hoy las reglas de cómo, dónde y a qué hora las pones tú, seguramente será interesante para él. Busca ideas innovadoras, dile que quieres ser tú la que conquista, la que invita al sexo y, si es posible, que él se mantenga distante. Utiliza entonces todos tus juegos para vencer su bloqueo, déjale claro que no debe dejarse seducir rápidamente, que tiene que ser una tarea que sume después con el encuentro. Lo que más cuesta, más se saborea.

 

¿Cuáles son los beneficios de jugar roles en la pareja?

Es una forma de desinhibirse, de decir lo que no puede decirse de otra forma, de jugar fantasías que quizás son mejor vistas en el otro género (quizás sentís que así tienes bandera libre para hacer cosas que sólo son “bien vistas” en el hombre).

Hay ocasiones en las que en el consultorio los pacientes ponen excusas para cambiar de roles y decir lo que falta en la intimidad, sugerir y, por sobre todo, demostrar qué cosas no conforman. Este juego también permite dar una idea de todo lo que le pasa al otro con ciertas modalidades sexuales. ¿No te gusta el sexo oral? No sabéis como decírselo, no lo disfrutáis, los olores te provocan arcadas… Cambiando de lugar podéis preguntar de otra manera, podéis ofrecer y hasta disponer cambios, por ejemplo,jugar situaciones que no pueden resolverse en la cama, poniéndose en el lugar del otro.

El juego de roles también se arrima a lo que en la actualidad está de moda: el sadomasoquismo. Ser el dominador, atar,controlar  la situación jugando aquellos papeles que en la vida normal son diferentes: si es autoritario, si demanda, si siempre está emitiendo órdenes, en la cama cambian las posiciones y aprovecha para una “venganza amorosa”.

 


 

¿Cómo plantear a tu pareja que queréis jugar otro rol sin que tome a mal la propuesta?

A veces hablar mucho tiende a provocar inquietudes. Quizás lo más simple sea sorprenderlo y no dejarlo que mediatice el impulso: llegan al dormitorio y tenéis preparado un juego donde él debe hacer todo lo que le digas. Le vendas los ojos, lo atas en la cama y le cambias la ropa íntima: que él se vista con la tuya y tú te vistas con la de él.

Sé que no es fácil renunciar a estereotipos viejos y tomar estas formas de modificar la rutina. Pero es erróneo pensar en “definiciones sexuales” por jugar un juego de roles, así que es preferible que evites esos traumas que traemos como improntas y dejes que el sexo se vuelva lúdico.

Después de todas estas explicaciones que os he dado anteriormente os voy a dar mi opinión acerca de este tema porque a mí también me gusta cambiar mi vida sexual. No me gusta que el sexo sea siempre como una rutina me gusta hacer situaciones diferentes. Por eso si nunca habéis utilizado los juegos de rol en vuestra vida sexual

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Aquí os dejo una explicación para principiantes que seguro que os viene muy bien:

 

1.  Hablar con tu pareja. Asegúrate de que ambos quieran seguir con esto y también de cuán lejos están dispuestos a llegar.

 

2.  Busca algunas ideas. No tiene ningún significado disfrazarte de enfermera para descubrir que tu novio le teme a los hospitales o disfrazarte de jugador de fútbol americano para descubrir que a tu chica no le gustan los deportistas. Pregúntale a tu pareja qué fantasías tiene. Ese es un buen comienzo.

 

3. ¿No sabes como empezar? Piensa en una película o en un alguna obra. Piensa en una escena de sexo de la película o de la obra y dividíos los papeles de los actores y representarlos. Al seguir el guión de la película de forma casi parecida, te sentirás más relajado y podrás representar a otros personajes con mayor facilidad y es más que seguro que muy pronto estés improvisando.

 

4. Un romance con un extraño. Finge que tu pareja y tú se acaban de conocer. Por ejemplo,vayan a un parque y haz que tu novio aparezca y te pregunte si has perdido tu billetera. Entonces, te presentas y empiezan una conversación. Incluso puedes invitar a tu pareja a tomar ‘un café’. Esto es mucho más seguro que salir y conocer de verdad a un desconocido, pero la sensación de riesgo aumenta debido a que tu pareja y tú son las únicas personas que saben que están fingiendo, lo cual hará que todo les resulte muy divertido.

 

5. Un romance con un extraño parte 2. Ahora, luego de haber intentado un encuentro como si fueran extraños, traten de encontrarse como extraños pero a la vez representando a un personaje. Por ejemplo: ve nuevamente al parque pero, esta vez, finge que te vas a encontrar con alguien pero no sabes con quién; entonces, tu novio elegirá un personaje pero no te dirá a quién. Él podría fingir ser un espía y tú serías su contacto o, incluso, su objetivo.

 

6. Utilizar disfraces divertidos. A veces, ayuda mucho tener un disfraz o accesorios para meterse en un personaje. Para una mujer policía se necesita un sombrero y un par de esposas; para un doctor, una bata y un estetoscopio. No olvides agregar un acento especial al hablar, siempre y cuando el personaje lo tenga. ¡Esto lo hará más divertido! También, a veces, un personaje puede ser tan simple que se puede representar con un par de lentes o tan complicado que se necesita un traje completo con accesorios especiales.

 

Bueno chicas pues hasta aquí el tema de hoy que tengáis un buen día y ser felices.