Se trata de uno de los problemas sexuales más comunes, no hay duda de que éste puede aparecer de repente en el curso de la vida en pareja o incluso manifestarse en una vida sexual sin problemas.
Primeramente destacar que con `deseo’ no nos referimos al placer final que obtenemos tras el acto, sino a una idea que gira entorno a una ‘atracción real’. Lo que comúnmente se llama ‘bajo deseo sexual’ es realmente una molestia de la esfera sexual llamada ‘trastorno de deseo sexual hipoactivo’, éste puede ser natural o intra-psíquico.
En el primer caso, ciertos exámenes dicen que en el cuerpo la mujer hay una disminución en la producción de estrógenos, por consecuencia directa de los cambios relacionados con la edad del organismo o incluso a determinadas patologías crónicas, lo mismo que ocurre con la testosterona en los hombres.
Otras razones pueden ser por el envejecimiento celular, los períodos de alto estrés físico y psicológico que debilita el cuerpo, o la ingesta prolongada de ciertos fármacos que interfieren con el deseo, como determinados tipos de píldoras anticonceptivas, ciertos asteroides o antidepresivos a dosis altas.
En las mujeres, el bajo deseo no sólo es un hecho fisiológico, también es evidente en su propio cuerpo, con el típico coito doloroso y espasmos involuntarios de la pared vaginal que hacen que sea imposible la penetración. El hombre, a su vez, es incapaz de mantener o lograr una erección completa. También se distorsionan los modos de comportamiento, incluyendo las afirmaciones exageradas, miedo a perder el control de la situación o incluso falta momentánea de la atracción física.
Hoy en día nos dejamos llevar por los estereotipos de la sexualidad, con todo tipo de presiones y normas que se tienen que cumplir por fuerza, hay que dejar a un lado estas normas sociales para lograr la confianza en uno mismo. Esto no es exclusivamente válido sólo para el hombre, sino que también lo es para la mujer, a menudo es considerada como un mero objeto sexual.
En cualquier caso, se debe realizar un examen médico completo para descartar cualquier tipo de problema físico antes de hablar de la pérdida real de trastorno de la líbido. Por otro lado debe explorarse los modos de comunicación y liderazgo en la pareja, así como cualquier problema psicológico o debilidades dentro de la propia persona, como por ejemplo: depresión subyacente más o menos oculta, temores sexuales, o cualquier trauma, tanto físico como psicológico no resuelto.
El terapeuta, a través de metodologías sistemáticas, ayuda a la pareja a ser concebida no como una obligación recíproca, sino como una unidad funcional, el examen de todas las emociones, los conflictos y proceso de pensamiento que evoluciona con ella, para desarrollar la alianza de colaboración entre nosotros transformándolo en algo positivo.
La pareja, por tanto, debe tener el objetivo de superar todos esos trastornos que limitan la evolución de la pareja y la transformación del deseo, que cambia y adquiere nuevas formas, desde la primaria hasta la fusión apasionada de un adulto. Este nuevo sistema de sensibilización mejorará la capacidad de tomar en cuenta el funcionamiento sexual, la investigación de la situación actual y tratar de plasmar los cambios con el tiempo.
La disminución en el deseo sexual no debe subestimarse y la pareja, que lo lleva a cabo, tendrá que ser capaz de ponerse de acuerdo para convenir y cambiar actitudes y comportamientos disfuncionales, con el objetivo de volver a tener una sexualidad plena y satisfactoria con total normalidad.
Disminución del deseo femenino, ¿cuáles son las principales causas?
Los mismos hábitos siempre de la vida en pareja suele desencadenar en la falta de deseo sexual. Hay estudios recientes que han demostrado un aumento alarmante de la falta de éste en mujeres. Las principales causas parecen ser atribuidas a la escasa atención que obtienen de sus parejas, el dedo está apuntando a todos aquellos hombres que descuidan esos pequeños detalles que pueden satisfacer a una mujer, con caricias, seguido de besos y los gestos de afecto.
Otra de las causas de la disminución del deseo ha sido identificado en la cambio de aspecto y el rendimiento de sus parejas, sumando a esto la dependencia que muchas personas dedican su tiempo libre a los deportes, la televisión, redes sociales y amigos, dejando de prestar atención a su pareja.
En resumen, hay una escasez de todos aquellos actos, aparentemente insignificantes, que sirven como el pegamento para la vida cotidiana de la pareja.
Y ahora que ya sabemos algo más sobre este problema, es momento de buscar nuevos amigos o parejas en Liruch, ánimo chicas a por ellos!