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crecen los casos de custodia compartida del animal doméstico en caso de divorcio
Hablamos de un tema delicado donde por ley son “cosas” de las que uno puede apropiarse, pero son mucho más, y esto lo entiende quien tiene una mascota, son seres queridos, parte de la familia.
Cuando un matrimonio se rompe, la separación de un perro o un gato puede ser de lo más traumático casi como perder a alguien de nuestra familia. Hasta ahora los tribunales habían otorgado el cuidado de los animales a su propietario administrativo, pero esto está cambiando, ya que hay sentencias que apoyan el vínculo afectivo con los animales y están a favor de la custodia compartida, además hoy por hoy los convenios matrimoniales están contemplando cada vez más la opción de custodia compartida cuando hay separación.
¿Quién se queda a la mascota cuando acaba el amor?
En España es algo diferente, pero pronto se corregirá esto, ya que el animal se conoce como un “bien mueble”, así que es complicado a la hora de llegar a un buen acuerdo.
En países como Francia los animales se consideran como seres vivos dotados de sensibilidad.
Tenemos un caso muy conocido en España y hablamos de Paqui Barrios, se hizo famosa sin quererlo en el año 2010. La mujer solicitó una demanda para reclamar la custodia de Lauda, un perro que había adoptado la pareja hace nueve años en la calle, el hombre se lo quedó cuando terminó la relación, y Paqui alegó que este se lo quito sin dejar que ella viera al can, por primera vez un juez accedió a dar la tenencia compartida, una sentencia pionera en España.
Pasados seis años el abogado de Paqui recuerda esta historia, ya que a día de hoy sigue teniendo casos o consultas para saber cómo llevar el caso. Como decimos cada vez la sociedad española esta más sensibilizada con el tema, hay más gente que quiere dejar claro en los convenios matrimoniales que en caso de divorcio, hay que llegar a un acuerdo con el perro.
Otro caso es el de Eva Muñoz, una abogada de 54 años fue aún más traumático, el juez le otorgó la custodia del hijo en común y una pensión de alimentos. Pero no nombro quién debía quedarse con Estel, la perra de la familia, de 11 años. El padre recurrió la resolución para poder disfrutar de un “régimen de visitas alterno” y ver no al niño, sino al animal. La Audiencia rechazó su petición y concluyó que el debate sobre el perro, considerado como un “bien mueble”, debe juzgarse en otro tipo de proceso.
Eva alega que su marido solo quería hacer daño al mencionar a Estel, por que sabe lo importante que es la mascota para ella, dice que se utiliza a los perros igual que a los hijos. Ella apoya el cambio al código civil. Al final Eva salió victoriosa demostrando que es propietaria administrativa.
¿Que piensas que en España no esté reformado el Código Civil? ¿Tienes algún caso parecido?