Los psicólogos dicen que la personalidad es nuestra forma de ser y es reflejada a la hora de relacionarnos con los demás y nosotros mismos. Aunque muchas veces deseamos cambiar o superar aspectos que nos vuelven obsesivos y tras esa obsesión nos vienen numerosos problemas.
¿Es posible cambiar la personalidad?
Más que cambiar la personalidad se pueden cambiar rasgos que no son adaptativos y se han convertido en rígidos.
Según el psicologo José Miguel Ribé:
Todas las personas tenemos rasgos de todo tipo, ya sean positivos o negativos. Podemos ser obsesivos, seguros, ansiosos, valientes… El problema es cuando una persona en casi todas las situaciones es obsesiva, por ejemplo. Porque ese rasgo puede ser práctico en su trabajo pero seguramente no en su relación de pareja.
¿Cómo se puede cambiar?
Muchas personas piensan que es más fácil cambiar cuando se es más joven que por ejemplo con 70 años. Muchos psicólogos especialistas en los cambios del cerebro, apuntan que siempre es posible cambiar ya que el cerebro es el órgano más flexible que tenemos.
Pero tengamos en cuenta que cambiar no implica solo dejar de ser obsesivo, ansioso o ser una persona independiente. Solo sería como reprimir ese rasgo que nos pone día a día la zancadilla.
La psicóloga Anabel López, recalca:
Uno tiene que pensar también en qué quiere ser, en cómo quiero construirme”, explica.
¿Cambiar para ser mejores?
Todo camino no es fácil, además que se puede comenzar sin ayuda profesional en muchos casos, el médico de Gándara aconseja que cada mañana, hay que dedicar tres minutos a lavarte los dientes y diez minutos a tu querida mente. Piensa que sientes, que sucede, escucha. Aconseja también que lleves un diario para ver en qué situaciones reaccionas de una forma diferente.
Pero sabemos que no todo el mundo tiene la paciencia para hacerlo, hay personas que por falta de ganas o que simplemente se sientan superadas, entonces ahí si que recomendamos la ayuda profesional que nos ayudará a salir del bucle que parece imposible.
No obstante, la terapia puede ser una alternativa muy buena, lo primero como todo problema es reconocerlo, aunque es complicado.
Para todo psicologo el paciente ideal sería aquel que llega a la consulta con la idea clara de lo que quiere cambiar de esa pieza de su personalidad que rechina. Así nos lo dice la psicóloga López:
Pero no es frecuente. Más bien vienen porque sienten angustia, porque están mal. Empiezan a hablar de su pareja, de su familia, de sus problemas. Y poco a poco se dan cuenta de que algo pasa con ellos
Una persona que quiere dejar atrás el trastorno de obsesión, siempre va a sentir ese impulso, pero lo que aprenderá en terapia es a controlarlo. Nosotros pensamos que una persona que quiere cambiar algo que le atormenta tiene que tener paciencia, informarse y dejarse caer en manos profesionales que mediante terapia nos ayudará a controlar nuestra fijación por algo.
¿Te ha sucedido? ¿Puedes aportarnos algo?