La mirada lo dice todo, si bajo los ojos tenemos dos o tres líneas horizontales en forma de arruga, es un síntoma evidente de que tenemos que ponerle solución a nuestros niveles de estrés.

Como ya sabéis se puede corregir fácilmente con la ayuda de una estética específica, lo importante aquí es reconocer las “señales de alerta” y, si es posible, evitar llegar a última hora.

Un buen punto de partida es ser capaz de localizar exactamente otros signos de estrés, para ello basta con mirarnos en el espejo y observarnos con detalle. 

Piel de la cara más seca: Esto se debe a que el estrés crónico aumenta una hormona, lo que deteriora la capacidad de la piel para retener agua. La primera consecuencia es que la cara pierde brillo. Esto es siempre la culpa de cortisol, que daña las fibras de colágeno y elastina, la estructura de soporte que mantiene la piel firme y joven. 

Bolsas en los ojos: La primera causa de esto es el insomnio, una de las consecuencias inmediatas de estrés. Esto se debe a que, cuando estamos bajo presión, los capilares pueden hincharse y se hacen más evidentes en una forma similar a la rosácea o rosácea, un tipo de erupción que se manifiesta como el acné.

Vamos a ver unos sencillos consejos:

Ritual de belleza y relax.

Limpiar la piel con la fórmula habitual o con una más delicada y cremosa.
Después de la limpieza, utilizar un exfoliante suave, esto ayuda a eliminar las células muertas para tener una piel más suave.
Posteriormente aplicar una máscara con base de barro para ayudar a remineralizar y revitalizar la piel.
Enjuagar la máscara, secar bien y aplicar un tónico.
Por último, mimar su cara con una crema rica y muy hidratante. No lo aplique a toda prisa, pero tomar cinco minutos para masajear suavemente, con caricias lentas. 

Al final de este ritual se verá sin duda más hermosa, relajada y radiante.