A pesar de la modernidad de los tiempos y el progreso, lo que nunca ha cambiado durante siglos, es el ser capaz de tener una coexistencia pacífica con los respectivos suegros. La mayoría pensamos que es una lucha constante, haciéndose bastante difícil resolver los conflictos con ellos, sobretodo cuando reclaman el control de lo que les da la gana. La tensión crece y pone en peligro la serenidad con la pareja.
A veces nos toca enterrar el hacha de guerra y empezar a considerar la idea de un compromiso, Liruch no te garantiza que se conviertan en tus mejores amigos pero te aportamos unas cuantas reglas de supervivencia.
– El principal problema de la relación con la familia política, es su intrusión en nuestra vida matrimonial, en este sentido lo mejor es poner los límites desde el principio.
– Cuando tratan de darnos algún consejo u opinión sobre algo, casi siempre lo consideramos que nos lo dicen para mal, pero no siempre es así, hay que escucharles y luego ya veremos. A veces su experiencia y sus consejos pueden ser útiles para nosotros.
– Dedícales un poco de tu tiempo, sobretodo a la madre ya que es la más difícil de manejar. Aunque sea superior a tus fuerzas, haz por pasar algo de tiempo con ellos en alguna comida o un paseo y que no sientan que es como un compromiso, alguien tiene que dar el primer paso.
-Trata de entender el por qué de las hostilidades que se interponen entre vosotros, cada uno de sus gestos o comportamientos casi siempre están dictados por alguna razón. Nosotros no sabemos por qué no nos toleran por lo tanto: ¿cuál sera la razón que les llevó a hacernos la vida imposible?, es muy probable que sea una mala interpretación de nuestra actitud hacia ellos , o simplemente que no aceptan que apartes de su lado a su hij@. Hablar con ellos y decirles que ahora sois una pareja que se merece ser feliz como ellos lo fueron en su día, e intentar rectificar y aclarar los malos entendidos.
– El último consejo que podemos dar para tu supervivencia, es hacerles entender cómo se sentirían ellos en tu situación,o haciéndoles la pregunta de ¿cómo eran sus suegros?. Ciertamente tendrán mucho que decir acerca de ellos, con el tiempo llegarán a enterderlo.