El masaje es uno de los métodos más ancestrales para obtener relajación física y mental. En la sociedad en que nos ha tocado vivir es habitual que no quede tiempo casi ni para respirar, mucho menos para relajarse a diario. Un sencillo y suave masaje al llegar a casa después de la un día agotador puede ser la forma ideal de aliviar las tensiones físicas del ajetreo diario, pero también para desconectar y aprovechar el momento para despejar la mente.
Hoy en día el trabajo, los niños, el stress, que las parejas no tienen tiempo para estar juntos, dejan sus momentos intimos para el fin de semana, ¿Porque cuando mas tiempo llevamos con nuestra pareja pasamos mas de los juegos, caricias? Cuando se empieza una relación se trata de complacer mas a la pareja, con masajes, con juegos, con velitas , una buena cena, un baño caliente con una copa de vino, un buen masaje con aceite.
.Asi que no te limites con tu pareja simplemente a quereros y ya está, antes juega con ella, dale un buen masaje, que se sienta deseada querida, y si no sabes como dar bueno masajes a que te pasamos una guía.
PRIMERO ELIGE EL SITIO
- El suelo. Siempre hay uno cerca, por lo que se convierte en una solución obvia. El beneficio, por supuesto, es que está justo debajo de los pies. Las desventajas son que el suelo puede ser duro, y posiblemente esté sucio también. Además, tendrás que estar mucho tiempo de rodillas, por lo que no es ideal.
- El sofá. Un buen sofá puede funcionar bien. Es suave, cómodo y quién sabe, ¡tal vez encuentres unos cuantos billetes entre los cojines! Sin embargo, no tendrás acceso de un lado y tendrás que inclinarte mucho, lo que puede lastimar tu espalda si lo haces con regularidad.
- La mesa de la cocina. Hay muchas posibilidades buenas, especialmente si no puedes encontrar un colchón para que tu amigo se recueste. Tendrás acceso completo por todos lados y está a la altura correcta. El único inconveniente real es que no es un lugar excelente para que la persona ponga la cabeza.
- La cama. Esta combina las ventajas y las desventajas de los otros. Sin duda alguna, es cómoda, pero es demasiado baja. Puede que tengas que ponerte de rodillas en la cama en algunas ocasiones durante el masaje, pero al menos es cómoda, así que no te lastimará las rodillas. También es una cama y hay asociaciones con una cama que la persona no necesariamente aprobará. Ese podría ser el asunto. Asegúrate de que las expectativas sean entendidas claramente antes de calentar el aceite.
PREPARA LA HABITACIÓN
Asegúrate de que la habitación esté caliente, ya que una habitación fría hará que la persona se ponga tensa. ¡Esto haría que fuera muy difícil dar un masaje decente!
- Pon música tranquila. La música New Age, la música ambiental, la música clásica tranquila o incluso los sonidos de la naturaleza ayudarán a que la persona se relaje al máximo. La música movida y ruidosa no va a ayudar. Mantén el volumen bajo.
- Baja las luces. Solo lo suficiente para que no haya reflejos en la habitación. Si quieres, puedes bajar más las luces y encender velas aromáticas de aromaterapia. Recuerda, lo que se busca en este caso es la relajación total.
CÓRTATE LAS UÑAS
¿Adónde crees que vas con esos mejillones? La idea era dar un masaje, no hacer un remake de “Fu Manchú”. Escápate un segundo al baño y rebánate esas negras garras o harás picadillo a tu amiguita.
CREA UN AMBIENTE PROPICIO
Pon death metal a todo volúmen, enciende velas negras, quema vinagre, sacrifica una cabra… Ya sabes, lo normal.
HABLA COMO LO HARÍA UN MAESTRO TÁNTRICO
Ahora en serio: imita la voz de Sánchez Dragó, invoca a la diosa Shiva y menta los chakras (aunque no tengas ni la más remota idea de lo que viene a ser eso).
QUÍTALE LA ROPA
Pero antes di algo convincente, como: “¡Uf, qué calor! ¿No vas demasiado abrigada?”. En las películas porno siempre funciona.
QUÍTALE LA ROPA INTERIOR
Y ponle una toallita de bidet sobre los glúteos. No se vaya a creer que todo esto del masaje es un sucio montaje para verle el culo.
USA TODA LA MANO PARA MASAJEAR
Porque si sigues usando sólo la punta del meñique, nos van a dar las uvas.
ÚNTALA EN ACEITE
Que sea uno especial para masajes, como el bálsamo de abeto y bergamota de la marca LELO (a la venta en www.lajugeteria.com). Si no tienes, baja a la farmacia de guardia y pide algún producto de emergencia para untar señoritas.
NI SE TE OCURRA TOCAR SU ESPINA DORSAL
No queremos que esta buena mujer acabe compitiendo en las Paraolimpiadas.
NO PARES
Sus músculos se enfriarían. Y ella también. Y entonces pronunciaría una excusa más o menos convincente para escaparse. Algo como: “Oye, es tardísimo, creo que debería irme”. En las comedias románticas siempre funciona.
MASAJEA SUS ZONAS MENOS SENSIBLES
Lo de empezar por el perineo sería un tanto precipitado. Ten paciencia, trabaja antes pies, orejas, cuello, frente, uñas, rabadilla, axilas… y poco a poco ve extendiendo el sobeteo por el resto del cuerpo. ¡Poco a poco, hemos dicho!
EVITA SU ENTREPIERNA (DE MOMENTO)
Tu diestra no te obedece: está empeñada en meterse entre las piernas de la chica y echarlo todo a perder. Prohíbeselo. Si es necesario, amenázala con cortarle un dedo.
NO CAIGAS EN MOVIMIENTOS MECÁNICOS
Es decir, jamás la toques como te sueles tocar a ti mismo en tus frecuentes sesiones autoeróticas.
IMPROVISA
Tócala como si ella fuera un saxofón y tú un Charlie Parker.
AHORA PUEDES MASAJEAR SALVAS SEAN SUS PARTES
Me refiero a sus senos y a su pompis. Pero con tacto, que no estamos amasando un pan.
DALE LA VUELTA
Ojos turbios, labios hinchados, sudoración abundante… La chica está a punto de caramelo. Y abierta a todo. Excitado, la pones bocarriba y al ver su pubis casi encaneces del susto: “¡Dios mío, lo lleva sin depilar!”.
FINALIZA
Sé un hombre y acaba lo que has empezado: hunde tu diestra en ese frondoso Monte de Venus y perpetra lo que los profesionales del masaje llaman un ‘relax manual’. Sin miedo, que no muerde. Aunque tenga más pelos que Chewaka.