Hoy Liruch quiere deleitarte con seis razones para hacer el amor delante de un espejo, ya que siempre nos gusta que rompáis la rutina para hacer del sexo algo más divertido.
Casi siempre nos imaginamos la escena de alguna película, y a muchas parejas les resulta especialmente interesante hacerlo frente a un espejo, a pesar de que nadie lo admite casi todos sentimos el síndrome de voyeur. ¿Nunca te han intrigado los espejos?, aquí te dejamos nuestras seis razonas, a ver que piensas.
Erotismo. Verte reflejada en el espejo mientras haces el amor hará que te sientas como en las películas, a pesar de que muy pocos de nosotros no hemos visto nunca una película erótica, ver una escena de sexo con tu pareja crea algo de erotismo.
Luz verde a las fantasías. Mirarnos en el espejo mientras hacemos el amor nos ayuda a ser más audaces al apreciar el cuerpo de tu pareja y el tuyo en plena acción.
La mirada táctil. No estamos muy entrenados, pero mirar sexo tiene una función táctil, peculiaridades que a menudo se pierden con la suficiente rapidez, la prisa de ir directamente al grano. Con un espejo el deseo aumenta, pudiendo apreciar todo lo que sucede también con la vista.
Voyerismo puro. El espejo refleja todo lo que ocurre, es un juego que implica espiar a tu pareja y a ser espiado que es una de las cosas que más excita a la mayoría.
Los detalles. Muchos gestos están cargados de erotismo, pero por desgracia no podemos verlos. No hay cosa más emocionante que sentir como los dedos acarician tus hombros buscando el cierre del sujetador, pero ¿alguna vez te has preguntado lo atractivo que podría ser ver el sujetador como se abre de repente?, pues con un espejo se es capaz de captar muchos momentos y detalles como estos.
Auto-erotismo. Con el espejo se multiplica, el sexo ya no es de dos personas, pero también existe el auto-erotismo quizás no te excite tanto ver a la otra persona pero si te excita verte a ti mismo haciendo el amor.
Bueno amigos de Liruch, aquí lo dejamos, esperando a que nos contéis como os ha ido.