Dicen que cuando uno cierra el capítulo, ya no hay vuelta atrás. Casi como cualquier droga, el amor es algo que nos hace muy independientes, pero cuando no lo recibimos mucho más, el deseo de la necesidad de otra persona es como un síndrome de abstinencia. Pero las relaciones no tienen fin, una y otra vez, y no se puede hacer nada en contra de ello, solo afrontarlo. Muchas veces en nuestra cabeza nos arrepentimos de la decisión de terminar con una pareja, pero es muy absurdo e insensato que te arrepientas de la decisión que tanto te ha costado…